martes, 15 de enero de 2019

Leyenda de Maria Kachacha

Compañeros les comparto una leyenda muy conocida de Paracho, escrita por Genaro Zalpa...


Érase una vez muchacha huerfanita, la cual nadie la quería. Vivía en Paracho Viejo, como antes no había agua en ese lugar, la tenía que traer de Aranza. María siempre andaba muy cochina, además nunca se peinaba. A ella la mandaban por agua, pues la veían como a una sirvienta. El agua la traían en cántaros, y María tenía que hacer dos viajes, uno en la mañana y otro en la tarde.

A María siempre la andaban regañando, ya fuera porque llegaba pronto o porque se tardaba mucho. Esto era porque a las huérfanas no se las ve bien. Una de las veces que iba María por agua salió un pajarito y le roció la mano con agua, pero María no hizo caso y siguió su camino a Aranza.


Así le sucedió otra vez, y a la tercera vez María se asomó a ver de dónde salía el pajarito que le rociaba agua y vio que había un ojo de agua del cual esta nacía. Entonces María ya no iba hasta Aranza, sino que sacaba el agua de esa parte. Y desde esa vez ya daba tres vueltas, en vez de dos.

La gente del pueblo empezó a notar que acarreaba agua más veces y que no se tardaba como antes. La espiaron y descubrieron de dónde sacaba el agua. Fueron y le dijeron al sacerdote lo que pasaba, y él dijo que arreglaran bien a María, que la peinaran y la bañaran y la llevaran al ojo de agua y la arrojaran allí y la dejaran para que se muriera.
Y así lo hicieron, y desde entonces no faltó el agua, y allí trasladaron a Paracho. 
Existe la creencia de que si se arroja un alma al lugar de donde nace el agua, nunca faltará.






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