TEMA 10: ESAÚ Y JACOB (HIJOS DE ISAAC) NIETOS DE ABRAHAM
Objetivo doctrinal:
Hay que estar alertas para no perder lo importante por cosas que
no valen la pena.
Objetivo vivencial:
Saber perdonar a los demás. Estar atentos para descubrir lo que
Dios quiere de cada uno.
Enlace:
El hijo de Abraham, Isaac, se casó con Rebeca, y tuvieron dos
hijos gemelos, veremos en esta sesión que sucedió con estos hijos y su
descendencia.
Leer Gen. 25, 19- 34; 37, 2- 36.
Que los asistentes reflexionen y comenten lo que les haya llamado
la atención.
Puntos a Desarrollar:
Esaú, “el
pelirrojo”, era el mayor de los gemelos, es decir, nació primero que
su hermano Jacob y según las costumbres, por ser el hermano mayor tenía derecho a
heredar la tierra de Canaán, aquella que Dios le había prometido a Abraham.
Sin embargo, cuando nacieron los dos hermanos, Dios le dijo a
Isaac que serían jefes de grandes naciones, pero que Esaú, aún siendo el
primogénito serviría a su hermano menor.
Los dos hermanos eran muy diferentes, a Esaú le gustaba irse a las
montañas, Jacob se quedaba en casa, pues era muy tranquilo. Aunque eran muy
buenos amigos, tenían poco en común.
Esaú llegó a hacer un gran cazador, fuerte, velludo, Jacob era
tranquilo y lampiño.
Llega un momento en que Esaú, por estar muy cansado y hambriento,
le cambia todos sus derechos de primogénito a su hermano Jacob por un plato de
lentejas.
A nosotros nos puede pasar exactamente igual si nos dejamos llevar
por cosas que no valen la pena, si escogemos cosas que no valen la pena.
Esaú, por un plato de lentejas perdió una gran herencia, nosotros
podemos perder la herencia de hijos de Dios si aceptamos las tentaciones que el
demonio nos hace para hacer el mal y alejarnos de Dios.
El demonio siempre está luchando porque perdamos nuestra de
herencia de hijos de Dios cometiendo pecado.
Nosotros podemos recuperar nuestra herencia de hijos de Dios y los
derechos que tenemos como tales, sí es que los hemos perdido por el pecado, por
medio del Sacramento de la Penitencia.
No olvidemos que sí perdemos nuestra herencia por hacer caso a la
tentación y cometemos un pecado, lo que perdemos es la vida eterna, la amistad
con Dios.
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