PARTE I
LA PSICOLOGÍA
¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA CONDUCTISTA?
La
Psicología Conductual, también conocida como la Psicología del Comportamiento, es una teoría del aprendizaje basada en la idea
de que todos los comportamientos se adquieren a través de la interacción del
individuo con el medio ambiente. Los conductistas creen que nuestras respuestas
a los estímulos ambientales dan forma a nuestras acciones. Algunos conductistas
creen que toda persona puede ser entrenada para realizar cualquier tarea,
independientemente de los antecedentes genéticos, rasgos de personalidad y
pensamientos internos Como menciona el autor Emilio Ribes (1995:66),
El planteamiento conductista se basaba en dos
argumentos: 1) la necesidad de concebir a la psicología como una ciencia
natural, que comprendiera el estudio del comportamiento humano desde una
perspectiva evolutiva y, 2) la urgencia de abandonar la introspección como
metido, en la medida en que el sujeto observador era al mismo tiempo el objeto
observado.
Uno de
los principales beneficios del conductismo es que permitió a los investigadores
estudiar el comportamiento observable de una manera científica y sistemática.
Sin embargo, muchos pensadores afirman que se quedó corto al pasar por alto
algunas influencias importantes en el comportamiento. Este enfoque a menudo es muy útil para cambiar las conductas inadaptadas o perjudiciales, tanto en niños como en adultos. Existen
numerosas técnicas terapéuticas eficaces, como la intervención intensiva del
comportamiento, el análisis de comportamiento o la economía de fichas, entre
otros.
Los
trabajos de investigación sobre los principios del aprendizaje son el marco de
referencia sobre el cual se han desarrollado múltiples tecnologías de ingeniería
del comportamiento, como la Terapia de conducta, la modificación de conducta, el análisis conductual aplicado, e
inclusive algunas formas heterodoxas que incorporan otras nociones teóricas y
filosóficas (las terapias conductual-cognitivas y las cognitivo- conductuales).
Gracias
a ellas resulta posible el tratamiento de una inmensa variedad de problemas en
los campos clínico, educativo, comunitario y
organizacional, la salud, el deporte, las emergencias , la gerontología y la
psicopatología, entre otros, con unos índices de eficacia razonablemente altos.
Cabe destacar que los sujetos de intervención pueden ser tanto individuos y
parejas, como grupos sociales y familiares.
Entre
las numerosas técnicas disponibles se encuentran las de manejo contingencial y
exposición en vivo (p. ej. reforzamiento positivo, moldeamiento, extinción,
castigo positivo y negativo, desbordamiento, economía de fichas, etc.), las de
exposición en fantasía (reforzamiento encubierto, inoculación del estrés,
desensibilización sistemática y otras), las de entrenamiento en autorregulación
de competencias (autocontrol, manejo de la ansiedad, habilidades sociales,
etc.), y de reestructuración racional (p. ej. solución de conflictos,
aceptación y compromiso, entrenamiento autoinstruccional, etc.). Es de notar que
las técnicas más complejas -en las que suelen intervenir el lenguaje y los
llamados repertorios "cognitivos"- incluyen los procedimientos
empleados por las más simples.
El
conductismo esta aplicado en la actualidad
en varios puntos de nuestra vida y un ejemplo de ello es cuando en un
juego de futbol se reta a un equipo a competir con el mejor equipo del mundo,
entonces el primer equipo para lograrlo tiene que ser motivado y estimulado
mediante estrategias de juego, habilidad y rapidez para vencer al equipo
contrario, sin importar que no se logre en el primer intento, los jugadores
deben estar lo suficiente motivados para no rendirse y ganar en el siguiente
juego.
En el
aula es similar el trabajo ya que, para que los alumnos tengan una conducta
adecuada se deben motivar mediante palabras de felicitaciones, una nota
aprobatoria o incluso el premiar con un pequeño regalo para que el alumno se
sienta reconocido y motivado. La enseñanza en el conductismo, se convierte en
una especie de recetario que si se sigue al pie de la letra, dará un resultado
determinado, cuestión falsa si consideramos que los resultados varían de
persona a persona aun cuando el contenido sea el mismo.
PSICOLOGÍA HUMANISTA
La
psicología humanista surgió como reacción al reduccionismo del conductismo y al psicoanálisis ortodoxo
freudiano, dos teorías con planteamientos opuestos en muchos sentidos, pero que
predominaban en ese momento; hay que aclarar que ―contrario al conductismo (de
pensamiento monista, materialista y determinista)― el psicoanálisis se
fundamenta en la filosofía humanista y desde siempre ha pretendido que la
persona sea responsable de sí misma y de su devenir, por tanto esta última ha
dado muchos aportes al desarrollo de la psicología humanista.
Pretende
la consideración global de la persona y la acentuación en sus aspectos
existenciales (la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, la
historicidad), criticando a una psicología que, hasta entonces, se había
inscrito exclusivamente como una ciencia natural ,
intentando reducir al ser humano a variables cuantificables (conductismo), o
que, en el caso del psicoanálisis, se había centrado en los aspectos negativos
y patológicos de las personas (la enfermedad humana).
Por
esto, uno de los teóricos humanistas más importantes de la época, el psicólogo estadounidense Abraham
Maslow, quien había incursionado en el conductismo, denominó a
este movimiento la “Tercera Fuerza” de acuerdo a lo que menciona José Luis Martorell (2008:
01), para mostrar lo que se
proponía con esta corriente: integrar las formas (aparentemente opuestas) en
que se expresaba el quehacer psicológico de la época (conductismo y
psicoanálisis).
Abraham Maslow (el creador de la Pirámide de Maslow de las necesidades
humanas). En su libro La
Personalidad Creadora, Maslow habla de tres ciencias o grandes
categorías aisladas desde las que se estudia la psique humana. Una de ellas
es la corriente conductista y objetivista, que
parte del paradigma positivista de la ciencia.
En segundo lugar se encuentra lo que él llama "las psicologías freudianas", que ponen
énfasis en el papel del subconsciente para explicar el comportamiento humano y,
especialmente, la psicopatología.
Finalmente, Maslow habla de la corriente a la que él se adscribe: la
Psicología Humanista, la cual no niega los dos enfoques anteriores, sino
que la abarca partiendo de otra filosofía de la ciencia. Más
allá de ser una serie de métodos a través de los cuales estudiar e intervenir
sobre el ser humano, tiene su razón de ser en una manera de entender las cosas, una filosofía
singular. Concretamente, esta escuela se fundamenta
en dos movimientos filosóficos: la fenomenología y el existencialismo.
La
enorme cantidad de técnicas desarrolladas durante estos últimos años,
orientadas a la autoexpresión, la autorrealización y la autogratificación han
producido una imagen popular en la que se identifica o se confunden Psicología humanista y el movimiento del potencial humano.
Dentro
de la Psicología Humanista, sin embargo, hay actualmente multitud de técnicas,
particularmente de psicoterapia o de “crecimiento
personal” de las más diversas procedencias, el denominador
común de las cuales es difícil de identificar.
El
enfoque humanista se presentó como una nueva alternativa a las formas tradicionales
de psicoterapia, y también a la intervención psicológica dada desde el conductismo;
convirtiéndose en la gran tercera fuerza que al día de hoy, no ha perdido su importancia
ni su vigencia; muy por el contrario, la terapia humanista día a día se
enriquece y aumenta su área de acción. La terapéutica humanista ha dado otra
perspectiva del hombre; entiende que el hombre ha de (auto-determinarse y
auto-direcciónarse) desde su estado interno; constituyéndose en un modelo de
intervención muy amplio e insustituible en la terapéutica actual.
En la
terapéutica humanista la persona no es (patológica ni carente) se sustituye
esta visión; ya no es la víctima según su historia personal; sino más bien, es
una persona con libertad de elección, la cual desea sustituir su patrón de
conducta y sus deformidades o distorsiones emocionales e interpretativas.
¡Excelente explicación sobre el conductismo y el humanismo! Definitivamente me servirá para repasar estas teorías. Saludos.
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